Y sí, ¿cómo no voy a estar triste? Desde hace cuatro años que empecé con el amor a la política, tenía doce y estaba punto de terminar la primaria. Me gustaba Ciencias Sociales y siempe aportaba o discutía algo que no me parecía, amaba a Eva Perón sin saber que era el Peronismo y quien era Perón. Parece algo útopico que hoy me encuentre acá, triste y enfurecida, agobadia y sola, viendo como el futuro del país está en manos de globos amarillos y carteles con frases que a todos nos da esperanza leer pero somos pocos quienes leemos las letras chicas y la gran hipocresía que invade detrás.
Me entristece pensar que me incorporé a la militancia partidaria en el momento más duro del Kirchnerismo, en que la coductora de este moviento, sublime y soberano, se despide de su mandato para dejas un sucesor, quien no nos abandone y quien luche codo a codo junto a la militancia plena y viva que nació en el '45 y vive aún hoy, que quisieron desaparecer con la fuslidarora y ni hablar hasta el 2003.
Sí, 2003, ¿por qué? Porque llegó Néstor, a proponernos una política mejor, no mejor, transformadora, donde los jóvenes seríamos pare de ella, donde nuestras voces seran pilares de la construcción y no reproductoras de pensamientos cuadrados y marcadas, él, humilde y estratega, supo entender que la juventud estaba lista para dar pasos agigantados y formar parte de la historia, de la Historia Argentina.
Néstor rompió parámetros, no sólo dando discursos con marcos históricos e ideológicos, sino en la práctica también, reestableció como pudo un país que se había dado por muerto tras años de gobiernos neoliberales con tendencia a la oligarquía. Pero quiero ahondar en otra cosa no sólo en marcos socioeconómicos, quiero ser un poco egocéntrica y hablar de mí, dla juventud y de la militancia.
Muchos creen que la política no sirve, no construye, no aporta, no hace nada. piensan que hay un abismo incomprensible de lo que es, lo que hace y más que nada quienes la hacen. Hay pensamientos vacíos sobre lo que es la militancia, que no se basa en agitar una bandera, siempre han sido de transformación, o al menos trata de serla ¿por qué al menos? Porque eso depende de la militancia que tenga como pilar la construcción cívica de cada ciudadano.
Es un poco paradójico encontrarme acá, escribiendo sobre mis pesares y tener memoria, de todo lo vivido, de todo lo que el país donde vivo pasó, de mi tierra, de mi sangre, de mí.... Me definí como Peronista hace poco, y como Kirchenerista hace un poco menos, empecé a militar en CP Descamisados hace menos de seis meses y llevo la bandera de Perón a cada lugar que vaya y en donde me encuentre. No puedo explicar mis miedos, mis temores más transparentes de que todo lo que se ha hecho en un abrir y cerrar de ojos desaparezca, mi temor de que estos doce años (que han sido la mayor parte de mi vida) se los lleve el viento, que la militancia tenga que volver a resistir como antes. Me metí en una agrupacón, como dije antes, en un momento díficil, donde todo cambia, donde los balances pueden dar mal o bien pero donde más pero más tenes que estar. La militancia es estar ¿no? Bueno, se está todos los días.
Y uno recuerda hechos históricos, celebra la democracia por la que tanto se luchó y cae en la cuenta de que al fin y al cabo la oligarquía va a seguir siendo oligarquía aunque cite a Perón, que hablan del servicio militar comosi fuera algo natural o de sacar a la calle a las fuerzas como algo tan simple. Y caés en todo lo que fueron estos doce años, con la ampliación de derechos ¿quién creyó que personas del mismo sexo podrían casarse? Eso es útipico pero muchos sectores pero esos, que están afianzados a un sistema decadente que sólo nos demuestra lo que hay que luchar nunca creyeron que hoy un chico de bajos recursos pudiese tener las mismas oportunidades en distintos aspectos que un chico que tiene otras. Es historia, es política del día a día, es la memoria que no debe de abandonardos, es el sistema con el que luchamos pero sabemos que es un proceso, que son hechos que avanzamos pero alta mucho por hacer. Es el hecho de que hoy, yo esté acá pensando en que todo puede irse por la borda, que todo lo que se construyó tenga un final.
Es hoy que voy a militar más fuerte que nunca, que me apoyaré en mis compañeros, que no bajaré los brazos porque Néstor dijo una vez que las elecciones se ganan y se pierden pero lo que no se pierde ni se gana son las ideas ¡y acá hay ideas para rato!
Porque no voy a dejar sola a Cristina ni al pueblo, no voy a dejar de levantar las banderas de Eva y de Perón porque me lo prometí a mí como peronista, como militante, como mujer, como argentina...
Hemos pasados tanto a lo largo de nuestra historia que lo menos que puedo hacer es defender lo que el pueblo ha conquistado, lo que la militancia ha hechoy lo que Néstor y Cristina empezaron para es siglo, para esta década, para esta generación y este pueblo que ha sufrido tanto. Es hoy cuando tenemos que estar alertas y unidos, cuando tenemos que salir a las calles como el primer día y hacer que florezcan mil flores porque podrán cortar las flores pero no detendrán la primavera.
Porque este pueblo tiene memoria, tiene conciencia y tiene amor por su Patria.
¡Porque no podemos darles la patria a loa vendehumo!
Hemos resitido más de la cuenta,más de lo humano, hemos perdido compañeros, poseciones y la política, no sólo empresas y derechos, y hace doce años estuvimos recuperando cada uno de ellos, con algo más transformador. Yo no creo que no podamos estar mejor, pero si creo que podemos estar peor y todo eso depende de nosotros, depende de cada uno de nosotros, y me lo prometí sobre las lágrimas de mis amigos, de mi compañero, de mis compañeros y compañeras, de mi abuelo, de mis hermanos, de Eva, Perón, de Néstor y Cristina. Porque el cambio no es para atrás, no es volver a lo que la memoria no nos debe permitir olvidar, el cambio es apostando al progreso al que las encuentas no ven, y el que necesitamos como país.
Confío en este Proyecto, y en que podemos seguir avanzando.
Por los derechos conquistados, por la economía soberana, por la Patria libre.
Confío en que venceremos mi General.
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