jueves, 26 de marzo de 2015

A Germán.

Tengo ganas de expresar todo lo que no te escribiré porque es un final y quiero plasmarlo acá.
Recuerdo la primera vez que te vi, en el Baruyo, tocabas la batería.
Recuerdo la primera vez que hablamos, me hablaste tímido y dulce, como siempre.
Recuerdo la primera vez que te abracé, en aquel festival del Normal.
Recuerdo cuando nos peleábamos e histeriqueábamos, nos queríamos, dulcemente.
Recuerdo cuando me declaré, tenía miedo y ahí estuviste.
Recuerdo nuestro primer beso, en tu casa a las seis de la mañana. Fue suave y sincero, estábamos enamorados.
Recuerdo todo lo nuestro.

Quizás se cierre una etapa, y realmente desde el fondo de mi corazón necesitaba expresarlo por acá.
Siempre estuviste ahí, amándome y cuidándome.
Nos merecemos ser felices, juntos o separados, hicimos las cosas bien.

Sos un buen tipo, con sus locuras, con su sonrisa y su mirada con esos ojos de cristal que siempre me reflejaron el amor que me tenías, fuiste mucho para mí. Fuiste todo; amigo, compañero, novio un sostén.

Mi primer compañero, mi auxilio y emoción, mi futuro y mi progreso. No nos merecemos. Lamento todo, no haberte perdonado jamás, mis momentos donde fui cruel, donde no comprendí que a veces hay que perdonar y mirar hacía delante de uno. Perdón.

No sos un imbécil, sos un gran hombre, y lo serás. Tan tímido y amoroso, con ese chico adentro tuyo que quiere salir, con sus inseguridades y miedo, siempre calculando todo, para que ese "todo" salga perfecto. En su momento detallista y perfeccionista, romanticón y algo bobo. Necio, dulce y loco. Eso eras.

No olvidaré cuando te fui a ver a fútbol, perdieron y me dijiste "no importa la derrota, porque mientras esté con vos siempre gano". ¿Nos merecemos perder? Éste es el último suspiro.

Tu incondicionalidad frente a situaciones, tu confianza y miedos hacía otras. Tus abrazos que me rodeaban en los momentos más oscuros, y tus besos en los llantos más largos. Gracias.

Yo nunca tuve una familia realmente, la tuya es la mejor.
Cuida a Graciela, es una mujer que me dio muchísmo amor.
Migue, tu padre, es un ser amoroso, en su forma.
Tu abuela, una diva como ella sola.
Juanita me cae mal, es una gata arisca, no es simpática.
Lamento no haber conocido a tu hermano y su pareja, me hubiera encantado.

Es un adiós, una breve despedida que hace tiempo debía hacer.
¡No tenes idea lo orgulloso que estarías de mí! Si vieras a esta chiquita no la reconocerías.

Germán, mi primer compañero, quiero llevarme lo mejor de vos, lo peor se lo guarda la memoria en donde nunca se podrán escapar. Quiero verte bien y triunfando en la vida. Nos volveremos a ver, no llorarás con el final de Click, te daré chocolates de esos que te debía.
Perdón lo dramático, suele ser raras las despedidas, estoy bien no te preocupes.

Te quiero muchísimo.
¿Quién nos quita todo lo bailado?

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