sábado, 7 de marzo de 2015

¡Hola, pequeño ser!

Primera entrada que escribo con dieciséis años, recién cumplidos, literalmente hace horas. Sigo teniendo una pila de libros por leer, proyectos que emprender, metas que alcanzar y sueños por cumplir. En este momento estoy pintando mandalas (imaginense que todo lo escrito acá lo estoy pensando), busco colores para combinar, cálidos y fríos, colores complementarios, los básicos. Me gusta pintar. Si hay material con el que más me guste pintar son las acuarelas, las adoro. A la vez dibujo, no muy bien, pero dibujo. Mi artista favorito es Picasso, sus cuadros relejan tanto para los ojos, son de otro mundo. Amo a Picasso.
Me pongo a pensar que mañana es el Día de la Mujer, los miles de hombres que llegarán con regalos,o simplemente un "Feliz día", y muchas de nosotras nos veremos a los ojos y nos diremos también "Feliz día".
Esta vez no quiero que sea así, quiero que sea algo más profundo, no un día que festejar, conmemorar a nuestras mujeres emblemáticas tanto, nacionales como internacionales. Dirán que soy una obsesiva por romper esas cadenas de lo cotidiano y que me quejo por absolutamente todo (creo que ya quedó claro mi descontento con el sistema, y ciertos pensamientos del mundo de hoy).
A lo que quiero ir es que en este día (osea mañana), no me interesa que me feliciten, ni un ramo de rosas, menos bombones, me interesaría plantearnos el hecho de la trata de mujeres, el aborto, la prostiución como trabajo en estos días, la violencia de género, las violaciones, el embarazo a corta edad, la educación sexual e innumrables cosas que no son solo para hablarlas en el Día de la Mujer. Son realidades, que como mujer me afectan a mi y a millones en este país, en este contiente y este planeta. Quiero resarltar la luchar de cada una de las mujeres que día a día se levantan con un mañana no tan prospero, con un futuro no soñado y con una realidad dura, ya sea por el trabajo incesante que hacen para llevar un plato de comida a su hogar como madres solteras, como cualquier mujer que vive bajo la opresión de la mirada de nuestro hombre y sus críticas sexistas sobre nosotras, el empleo que no nos dan por ser mujer, la sociedad, la debilidad y el mundo.
La mujer: un cuerpo que se diferencia del hombre por tener tetas y concha (así vulgarmente). Somos más que eso. Historícamente nos han tratado de menos, los hombres iban a trabajar y la mujer, esclava, se quedaba al cuidado de los niños y si no existían estos de la casa. El trabajo se nos ha negado, la sociedad machista como ella sola nos crítica; "si salís vestida con esa ropa pareces una puta", "y ¡qué esperas! si esa putita está vestida así como queres que no la violen", "te tenes que buscar un marido con plata, casarte y vivir la vida", "un hijo es una bendición", en mi corta vida he escuchado infinidades de veces este tipo de frases. La mujer única, capas de dar vida, de amar, de ser humano, más que nada de ser respetado. La mujer hermosa, tiene decisiones que tomar y es libre de hacerlo. El hombre la respeta, aún así el respeto es mutuo. Tiene la libertad de su sexualidad, la libertad de cojer sin parar con quien ella desee, hacerlo sin ser juzgada, vestirse como quiera, amar, de reir, de querer o no casarse, de tener o no un hijo, tiene el derecho de que el sistema y que las miradas no la detengan. Hoy en día enfrentamos una situación que cada vez nos sofoca, el feminismo no es lo que solía ser, las mujeres se han levantado y ganado espacios, han debatido, han crecido. No somos esclavas, no somos de nadie, somos libres.
Porque mañana no quiero leer; "feliz día a todas las mujeres" y que critiquen si salgo con un short que me queda por arriba de la cola y me digan "puta", no quiero que me obliguen a hacer cosas en  contra de mi voluntad, no deseo la muerte por femicidios, ni muertes por abortos clandestinos. Es hoy cuando la mujer pone su límite, y el otro, el del al lado tiene que respetarlo y comprenderlo. Muchas de nosotras no tenemos ni idea de lo que es la sexualidad, nunca nos lo han explicado. ¡Es hoy cuando tenemos que alzar nuestros derechos! Que nadie ni nada nos pare, que somos una fuerza, somos más que eso, somos vida.
Quiero también hacer memoria de una gran mujer, ya sabrán de quien hablo. Gracias Evita por haber encarado una lucha, junto a tantas otras mujeres, para que hoy en día las mujeres tengamos el poder del cambio, de la decisión, de nuestra libertad. ¡Por vos Evita, por tantas otras!
EN ESTE DÍA NO QUIERO FLORES NI BOMBONES, QUIERO QUE ME ACOMPAÑES EN LA LUCHA DEL DÍA DÍA.
Porque soy tu madre, tu abuela, tu tía, tu hermana, tu hija, tu nieta, tu vecina, la kiosquera, tu jefa, tu amiga, tu sobrina, la chica que te cojiste una vez, la mina del bondi, la cajera de Coto, porque soy una más y tengo derechos como vos. Derecho a vivir y que no atenten contra mi vida, a la sexualidad, mi elección, a que ninguna religión me condene, a la vestimenta, a la salud, al trabajo y a la bella libertad. ¡Que nadie elija si hoy vivimos o si no! Por Melina Romero, por Candela, por Lola, por Angeles, por Nancy, por Mariana, por miles de muejeres que les arrebataron el sueño de vivir, o peor la vida. En este día tan especial para nosotras, no nos importa la felicitación, un abrazo, un beso no cuesta nada, si quiera solo el resto que merecemos cada una y todas de nosotras. Se los pide un pequeño ser.

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