viernes, 13 de febrero de 2015

Mi mujer.


Mi mujer es conocida en todo el mundo, fue amada y solo los perversos pudieron odiarla. Las contradicciones de la vida, y las ganas de divertirse con vos hicieron que te fueras. Nadie entiende porque te amo, yo creo que no entienden el amor, no hace falta la estar en esa época para sentir lo que siento por vos, mi más humilde admiración y respeto.
He visto tus discursos, en los momentos del blanco y negro y del rencor a la igualdad, te he escuchado hablar en ellos, he llorado con los documentales que te han hecho, me emociono cuando te nombran, te defiendo, te grito en cada lamento, en cada injusticia hacia nosotras. Ese nosotras no es divisiorio, es notorio. Te sueño. Sueño en el día que me consagren como actriz interpretarte. Desde la Casa Rosada gritando a todos tus descamisados, en tus llantos y tu amor a Perón. Te amo Eva, te amo porque no pudo haber mujer tan increíble, te amo porque llevo el amor dentro de mí y es gracias a vos.
Ella es Maria Eva Duarte de Perón, mujer entre tantas que soñaba con votar, mujer ante todo.
Luchó contra los prejuicios y las críticas de paquetos que nunca creyeron en ella, nos dio el voto (antes muchas mujere luchaban por el mismo, no las desmerezco en absoluto).
Quiero que algún día, cuando salve al mundo, cuando salve a la Argentina de la miseria que nos rodea y nos espera para entrar en ese pozo de desconfianza y desolación, te recuerde y desde donde sea que estés me sonrías, amaría abrazarte y decirte "lo hice".
Sos todo el motivo de la lucha que quiero emprender, independiente de tus seguidores y a la vez ocupando el mismo lugar, perdoname si no milito con vos, tengo temor de defraudarte.
Evita, no leerás esto, quizás nunca. Solo deseo con hacerte sentir orgullosa, que mi futura lucha te honre, que veas mi amor que se transparenta al nombrarte. No llevaré remeras con tu rostro (ojalá algún día decida cual llevar), pero te llevo en el corazón o más; en el alma, en mi naturaleza.
Confía en mí por favor, voy a luchar.
"Ha llegado la hora de la hora de la mujer que piensa, que juzga, rechazada o aceptada, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país"
Te amo, por y para siempre.

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