Sequías incomparables llevan tu nombre
bajo la arena, cálida, secante
creo poder verte, entre cristales de fuego
arden las voces, quema el viento
¿Será que has venido a salvarme?
sólo puedo verte, aún así
no siento, no escucho
¿me habré equivocado?
Llegar en el momento de calor,
donde mi mente se derritió
justo, allí, culmina el sol
ahí donde no crecía ni una flor
¿Es posible pensar en el regreso?
El agua infinita, se esconde en lugares
al igual que mi corazón,
sólo se esconde
¿Es posible? ¿Será real?
En el desierto sin fin siempre,
dudoso, pero siempre...
crecerá una flor
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