No logro dormir, hace días llevo conmigo dos bolsas violetas por poco abajo de los ojos.
Intento, suspiro, llevo conmigo los recuerdos aburridos, cuento nubes, cielos, ovejas y hasta cuentos, no lo lo logro. Leo, ayer intentaba endiablarme con "Crónicas del Ángel Gris" de Dolina, hombre de barrio, algo meláncolico, un tanguero de ley, un hombre sensible diría yo. No pude lograrlo, me contenía algo, no sé como explicarlo.
Me distraía, me obstruía sin razón los pensamientos inútiles que mi mente tiene de ratos, pero comunmente son elocuentes y ocurren en momentos donde sólo debería reinar la paz y la ilusión; en mis queridos sueños.
¿Puede ser éste el motivo de mis ensueños? No tiene forma, es abstracto, no tiene color, pero si vida. Grita pero no puedo verlo, me siento cegada, rara, incapaz de sacarlo de acá: de mi cabeza.
Atraigo a mi mente argumentos, y al corazón lo encierro, imposibilitado a opinar pues él sólo acciona y ésta vez no quiero accionar. ¿Podrá ser un nuevo camino?
Oldivé todo recuerdo, reaccioné ante la pisibilidad y evado toda realidad.
¿Podremos volver al 11 de abril?
Sólo Las Heras nos conoce.
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